03 Jun Castilla y León elimina el impuesto de sucesiones y donaciones
El pasado 9 de mayo se publicó en el Boletín oficial de Castilla y León (Bocyl) la modificación de la ley que elimina en la práctica el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Con esta medida saldrán beneficiados entre un 0,2 y un 0,6 de la población regional, esto es entre 5 mil y 15 mil ciudadanos. Esta ha sido una de las polémicas que más revuelo ha suscitado últimamente, ya que, desde el punto de vista de muchos, esta medida no beneficia a todos los ciudadanos, sino solo a los más ricos, señalaba la socialista Rosa Rubio en la Junta.
Por su parte, Fernández Muñeco, el presidente de la Junta de Castilla y León sostiene que esta práctica supresión del impuesto promoverá la actividad económica, la creación de empleo y el traspaso de negocios de padres a hijos.
¿Quiénes se beneficiarán?
El impuesto sobre sucesiones y donaciones quedará bonificado al 99 % para familiares directos, cónyuges, ascendientes, descendientes y a las parejas de hecho que hayan convivido al menos dos años y estén inscritas en el Registro de Uniones de Hecho de Castilla y León, antes a la fecha de devengo del impuesto.
En definitiva, las bonificaciones suponen la práctica eliminación del impuesto sobre donaciones y sucesiones para los familiares directos.
Por tanto, lo que se pretende es que en las sucesiones (en las transmisiones lucrativas mortis causa), el patrimonio acumulado tras años de esfuerzo, transmitido a familiares directos, no se objeto de imposición y se resuelva sin pagar impuestos.
En el caso de las donaciones (en las transmisiones lucrativas intervivos), el fin es favorecer la transmisión anticipada en el tiempo de bienes y derechos entre familiares directos, permitiendo que la cuantía económica llegue en vida alas familiar sin tener que esperar al momento de su fallecimiento.
¿Qué bonificaciones había hasta ahora?
Los castellonenses del grupo I podían acceder a una reducción de 60 mil euros. De la misma forma, ocurría con el grupo II, a quienes se les rebajaba 6 mil euros más por cada año con menos de 21.
Además, había una bonificación para jóvenes del 99 %, así como también se aplicaba esta bonificación para personas con discapacidad y traspasos de empresas o explotaciones agrarias.
El impuesto de sucesiones lo pagaban aquellos herederos que cobraban 400 mil euros cada uno.
Había reducciones del 99 % en donaciones si el donatario tenía menos de 36 años (y la cantidad no superaba los 180 mil euros) o una discapacidad superior al 65 % (si no superaba los 25 mil euros).
En el caso de traspasos de empresas o donaciones, se aplicaba una reducción del 99 % si la actividad es la principal y si los ingresos son al menos un 50 % de los rendimientos, en caso de que la adquisición correspondiera al cónyuge, ascendientes, descendiente, adoptado, adoptante y colaterales, hasta el tercer grado. El último requisito es que el adquiriente mantuviera el negocio durante los 5 años siguientes al fallecimiento del causante.
En resumen, según los cálculos de la Junta, la eliminación del Impuesto sobre sucesiones y donaciones supondrá un ahorro para los contribuyentes de la Comunidad de 35 millones anuales.
Y todo ello contribuirá, según un comunicado oficial, a un crecimiento económico, fomentando así al emprendimiento y al relevo intergeneracional de empresas y negocios, evitando así que el pago del impuesto sea un inconveniente.
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