07 Mar Todo lo que deberías saber sobre el leasing
Desde el punto de vista empresarial, en ocasiones es difícil adquirir bienes con un coste inicial alto, como puede ser una maquinaria o un vehículo de empresa. Por eso, debes conocer las alternativas que tienes a tu alcance para ahorrar algo de dinero.
Entre estas alternativas de las que hablamos se encuentran el leasing y el renting. Pero hoy vamos a centrarnos exclusivamente en la primera, donde explicaremos en qué consiste realmente este sistema de financiación.
Además, descubriremos a través del siguiente vídeo explicativo, otras curiosidades sobre el leasing para que nos hagamos una idea más clara sobre este concepto y sobre todo para no confundirnos con el renting.
Definición de leasing
El leasing o arrendamiento financiero es un tipo de contrato en el que el arrendador transfiere el derecho a utilizar un bien al arrendatario, a cambio del pago de rentas durante un plazo determinado, momento en el cual el arrendatario tiene varias opciones:
- Comprar el bien pagando por un valor (que se calcula teniendo en cuenta la diferencia entre el precio originario que pagó el arrendador, más gastos e intereses, y las cantidades abonadas por el arrendatario).
- Devolver ese bien.
- Renovar el contrato, prolongando el periodo de leasing.
En concreto, por ejemplo cuando hablamos de un coche de leasing nos referimos al alquiler de un coche durante un tiempo determinado, donde el cliente paga únicamente por su uso en ese periodo. Por lo que no está obligado a pagar costes por el uso total del vehículo, lo cual es un punto positivo a destacar si lo comparamos con la compra de un coche nuevo.
Tipos de leasing que existen al adquirir un coche
Podemos diferenciar dos tipos de leasing para un coche: el leasing abierto y el leasing cerrado.
El abierto es aquel en el que el arrendatario se arriesga a comprar el bien, en este caso el vehículo, a un precio fijado previamente, cuando el contrato de arrendamiento ha llegado a su fin. El leasing abierto es ideal sobre todo para las personas o empresas que tengan el hábito de hacer muchos kilómetros con el coche.
En cambio, el leasing cerrado es aquel contrato en el que el arrendatario tiene que devolver el coche cuando su periodo de arrendamiento finaliza. En este caso, si el coche ha sufrido algún accidente, presenta un deterioro por su uso o ha hecho más kilómetros de los estipulados por contrato, el cliente o arrendatario tendrá que pagar una sanción por ello.
Pros y contra de un coche de leasing
A grandes rasgos, podemos decir que un usuario con un coche de leasing tiene las siguientes ventajas:
- Puede disfrutar de un coche de gama superior por menos dinero.
- Tiene que desembolsar poco dinero en la fase inicial de adquisición.
- Pagos mensuales bajos.
- El mantenimiento del coche suele estar incluido.
- Opción de disponer de un coche nuevo cada dos años.
- Benficios fiscales.
En cuanto a los puntos menos favorables del leasing, podemos señalar los siguientes:
- Para tener el coche hay que pagar por adelantado.
- No serás el dueño del vehículo mientras el contrato sea de arrendamiento.
- Limitaciones de kilometraje.
- El seguro de los coches arrendados suele ser más caro.
- En el caso de que acabes el contrato de arrendamiento antes de tiempo, te penalizarán con una cantidad de dinero.
- Al finalizar el contrato, hay gastos adicionales por pasarte del kilometraje acordado o por exceso de desgaste.
¿Es lo mismo leasing que renting?
Renting y leasing son dos conceptos similares, pero con matices diferentes que no debemos confundir.
El renting y el leasing consisten en el alquiler de un vehículo a largo plazo. Ambos sistemas están enfocados para empresas y autónomos por sus ventajas fiscales, pero su diferencia principal es la intención de compra del vehículo. Mediante el leasing, el arrendatario tiene la opción de comprar el vehículo, con el renting no se contempla a priori esta oportunidad.
Otras cuestiones que debemos destacar:
Cuotas
El cliente que contrate renting tendrá que pagar una cuota periódica fija, más los gastos de peajes, limpieza, combustible, multas y reparaciones.
En el caso de leasing, la cuota fija periódica es menor, pero los gastos adicionales son mayores, ya que además de todos los derivados del uso del vehículo, hay que sumarle otros gastos de seguro de coche, averías, mantenimiento e impuestos.
Tipo de contrato
El leasing, al ser un arrendamiento financiero, es un tercero el que hace la compra por el cliente, que puede ser un banco o una empresa de leasing; con el requisito de que el cliente le devuelva el dinero por periodos. Al finalizar el contrato (que tiene un periodo de 2 años), si este decide no comprarlo, tendrá que cerrarlo en una entidad bancaria comercial.
El contrato de renting, en cambio, es más flexible, tiene una duración mínima de un año y máxima de 5 años. Además, es posible modificar las condiciones sobre el kilometraje o finalizar el contrato cuando desees (aunque puede tener una penalización económica).
Cuando el contrato finaliza, el cliente al igual que en el leasing puede devolver el coche, renovar el contrato, elegir otro nuevo o solicitar su compra. La única diferencia aquí es que el precio del coche se pacta justo cuando el cliente comunica su intención de compra. En el leasing, el precio de venta ya está estipulado antes de firmar el contrato.
Fiscalidad
Ambas modalidades tienen ventajas fiscales si sus clientes son autónomos o empresas, y pueden desgravarse el IVA y el IRPF. Aunque hay pequeñas diferencias entre una modalidad y otra.
La mayor diferencia se refleja en el balance de la empresa. El leasing puede incluirse en el activo como inmovilizado y en el pasivo como una deuda a largo plazo; mientras que el renting es un gasto más (y está exento de IVA).
¿Tienes otras dudas sobre el leasing? ¡Estaremos encantados de resolvértelas!
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