La objeción de conciencia en el ámbito laboral

10 Nov La objeción de conciencia en el ámbito laboral

¿Sabías que un trabajador puede oponerse a cumplir las órdenes de su empleador por contradecir sus convicciones políticas, religiosas, morales o filosóficas?

Esto es lo que engloba lo que en el ámbito laboral se conoce con el término de objeción de conciencia. 

Este término está recogido en la Constitución Española y hace referencia exclusiva al ámbito militar. No obstante, el Tribunal Constitucional admite la objeción de conciencia como un derecho de los ciudadanos.

En este sentido, seguramente hayas escuchado este término aplicado a los profesionales sanitarios, quienes pueden negarse a realizar una operación si atenta contra sus principios. 

Otro ejemplo asociado a la objeción de conciencia es la relacionada a la Ley de la Eutanasia, que se aprobó recientemente en España. Esta ley contempla el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales sanitarios implicados en la prestación de ayuda a morir a una persona que lo pide por voluntad propia, con el objetivo de evitar sufrimiento. 

¿Qué es la objeción de conciencia?

La objeción de conciencia es el derecho a ser eximido del cumplimiento de los deberes constitucionales o legales por resultar ese cumplimiento contrario a las propias convicciones. 

La Constitución Española reconoce el derecho a la objeción de conciencia en el art. 30 en el ámbito militar: 

“La Ley fijará las obligaciones militares de los españoles y regulará, con las debidas garantías, la objeción de conciencia, así como las demás causas de exención del servicio militar obligatorio, pudiendo imponer, en su caso una prestación social sustitutoria.»

Además de aplicarse el derecho de conciencia en la prestación del servicio militar, también se aplica a otros sectores como el farmacéutico y el de la salud como hemos nombrado anteriormente.

Ejemplos de objeción de conciencia en el ámbito laboral

En una sentencia de 2015, el Tribunal Constitucional amparó a un farmacéutico de Sevilla. Este fue sancionado por la Junta de Andalucía por no disponer de la píldora del día después. 

El Tribunal consideró que la sanción impuesta al demandante vulneraba su derecho a la objeción de conciencia como manifestación de la libertad ideológica y religiosa (recogido en el art. 16.1 de la CE).

Otro caso fue el de una empresa que despidió a su trabajadora por negarse a trabajar 3 horas los sábados. Esta mujer solicitó a su empleador, mediante una comunicación escrita, ampliar su jornada entre semana para cumplir con el horario, ya que pertenecía a una religión, “Adventista del Séptimo Día”, en el que iba a adorar a su Dios el día sábado. 

Ese fue el motivo por el que la empresa tomo la decisión de despido. 

Por su parte, la Corte Constitucional consideró que no es admisible obligar a una persona a desatender sus creencias religiosas y por ello a ser despedida. 

Por tanto, la resolución de la Corte fue el reintegro a la empresa de la persona despedida, ya que la medida de despido violó la libertad religiosa de la trabajadora. 

Conclusiones

Para concluir no debemos olvidar los siguientes puntos importantes:

1. La Constitución Española, exceptuando la objeción al servicio militar, no contempla un derecho general a la objeción de conciencia.
2. Sin embargo, hay un consenso general donde se considera la objeción de conciencia un derecho inherente a la persona.
3. La Sentencia del Tribunal Constitucional (27 de octubre de 1987) concluye que es un derecho constitucional (no fundamental). Al mismo tiempo, admite su protección igual que los derechos fundamentales mediante recurso de amparo constitucional.
4. La doctrina constitucional reconoce el derecho a la objeción de conciencia en profesionales sanitarios en prácticas relacionadas con la preservación de la vida y de la salud humana que se vinculan con los valores éticos y religiosos de las personas. Algunos ejemplos son: la fecundación artificial, la dispensa de medicamentos como la píldora, la eutanasia o la interrupción voluntaria del embarazo.

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